Kubb está vestido por una prenda versátil
Merced a ello, es posible mudar la apariencia del Kubb tantas veces como se desee. Tras una operación muy simple, se puede cambiar, bien sea el color o la materia de la caja, para que el Kubb se adapte perfectamente a su entorno.
Hechas a mano, las cajas del Kubb son piezas unicas de artesania
Inicialmente, solo son una cuantas laminas de acero, luego se escogen, se cortan y se pliegan gracias a la desteridad de una virtuosa mano, que artesanalmente poco a poco les da forma.
La soldadura se realiza en dos etapas : al principio, punto por punto, justo para que las placas se mantengan, enseguida se sueldan en línea. Despues, al exterior se lijan los cantos de la caja hasta que queden bien puros y bien vivos.
Finalmente se limpian, se pintan, se cepillan, se pulen o se croman.
La madera bajo el ojo del experto
Aquí todo comienza con la interacción entre la visión y el tacto de quien selecciona la especie de madera y los muchos pasos que la llevarán, de la mano del ebanista, a una perfecta transformación.
Cada especie de madera también es singular por su color, grano, textura y veteado. Por ello, las cajas de madera del Kubb se mejoran con los años. Mejor aun, se enriquecen con el tiempo gracias a que este material, vivo y noble que es la madera, sabe brindar una elegancia clásica atemporal.
Hechas a mano, en pequeñas series, las cajas del Kubb son piezas únicas de artesanía.
Desde un logotipo impreso a una creación artística hecha a mano.
Kubb está vestido por una prenda versátil
Merced a ello, es posible mudar la apariencia del Kubb tantas veces como se desee. Tras una operación muy simple, se puede cambiar, bien sea el color o la materia de la caja, para que el Kubb se adapte perfectamente a su entorno.
Hechas a mano, las cajas del Kubb son piezas unicas de artesania
Inicialmente, solo son una cuantas laminas de acero, luego se escogen, se cortan y se pliegan gracias a la desteridad de una virtuosa mano, que artesanalmente poco a poco les da forma.
La soldadura se realiza en dos etapas : al principio, punto por punto, justo para que las placas se mantengan, enseguida se sueldan en línea. Despues, al exterior se lijan los cantos de la caja hasta que queden bien puros y bien vivos.
Finalmente se limpian, se pintan, se cepillan, se pulen o se croman.
La madera bajo el ojo del experto
Aquí todo comienza con la interacción entre la visión y el tacto de quien selecciona la especie de madera y los muchos pasos que la llevarán, de la mano del ebanista, a una perfecta transformación.
Cada especie de madera también es singular por su color, grano, textura y veteado. Por ello, las cajas de madera del Kubb se mejoran con los años. Mejor aun, se enriquecen con el tiempo gracias a que este material, vivo y noble que es la madera, sabe brindar una elegancia clásica atemporal.
Hechas a mano, en pequeñas series, las cajas del Kubb son piezas únicas de artesanía.
Desde un logotipo impreso a una creación artística hecha a mano.